La Justicia ordenó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se entregue el título de Bachiller a una joven con síndrome de Down

La Justicia ordenó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se entregue el título de Bachiller a una joven con síndrome de Down

“Estoy re feliz; por fin voy a tener mi título” expresó Melina Quereilhac a su familia y amigos. Tras cinco años de solicitudes formales a la escuela secundaria y de llegar a la vía judicial, Melina, joven con síndrome de Down, obtuvo su título analítico de finalización de sus estudios secundarios. La escuela media donde terminó de cursar y que aprobó todas sus materias a fines de 2005 se negaba a expedir la certificación porque según sus autoridades, la estudiante no habría alcanzado los conocimientos mínimos.

Melina Quereilhac realizó sus estudios iniciales, primarios y secundarios en escuela común en el barrio porteño de Villa Devoto con el apoyo de una maestra integradora, tal como lo establece la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad en su Artículo 24 (Educación Inclusiva). Durante el año 2008 le surgió el interés de continuar sus estudios en una escuela terciaria pero no pudo hacerlo porque tenía su diploma pero no el título analítico del colegio secundario.

Melina en su empleo actual, como asistente de Secretaría

Melina en su empleo actual, como asistente de Secretaría

Frente a la imposibilidad de continuar sus estudios, la joven decidió comunicarse con el Dr. Diego Agüero, amigo de la familia y colaborador de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA). Con su apoyo, envió una carta documento al Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pero la intimación nunca fue respondida.

La joven continuó insistiendo en su reclamo. Así, en noviembre de 2007 -dos años después de haber finalizado sus estudios-, en el registro oficial de la escuela sobre sus materias, se agregó una leyenda que dice que ha tenido una adaptación curricular muy significativa que no alcanzaba los contenidos mínimos. Pero su docente integradora, que participó como testigo en el reclamo judicial, adujo que si bien su currícula ha sido adaptada, “sí ha alcanzado los contenidos mínimos y aún más que ello” y refirió que en razón de sus amplias capacidades, consiguió trabajo de secretaría en la Fundación Judaica.

El Juez falló a favor de la joven de la joven y exige al Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que extienda el título secundario oficial correspondiente a la aprobación de la totalidad de las materias de los cinco años cursados en el Instituto Modelo de Enseñanza Privada (actualmente Instituto Formar Futuro). Los argumentos se basan en la Convención Internacional por los Derechos del Niño, que garantiza el derecho a la educación en igualdad de oportunidades y a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

“Ojalá esto que se ha resuelto le sirva a las nuevas generaciones para que en el futuro no tengan que acudir a un ámbito judicial para reclamar un título que les corresponde” expresó Raúl Quereilhac, padre de Melina y presidente de ASDRA.